En lo que va del año, el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres, con el Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín, ha atendido 103 incendios de cobertura vegetal en la ciudad, el total de áreas afectadas alcanzó las 87,2 hectáreas este año.
La recuperación de estas zonas depende de la intensidad de la quema y del tipo de especie. Además, los individuos arbóreos nativos no se recuperan y se debe hacer una nueva siembra, una vez culmine la restauración natural de los suelos afectados.
La mayoría de estos incidentes ocurren por descuidos o prácticas inadecuadas de quienes recorren los ecosistemas estratégicos, lo que afecta la cobertura vegetal, aumenta la contaminación del aire y pone en riesgo el hábitat de diferentes especies de fauna silvestre. Entre las recomendaciones a los visitantes de las reservas naturales están:
– No hacer fogatas en zonas verdes ni boscosas. Por más precauciones que se tengan, una chispa puede generar un gran incendio.
– Evitar las llamadas “quemas controladas” que pueden terminar en un incendio de cobertura vegetal.
– No arrojar colillas de cigarrillos o fósforos encendidos, ni vidrios en zonas verdes, el pasto seco puede ser combustible.
– Conservar los lugares libres de residuos y utilizar los recipientes dispuestos para ese fin.
– Dar aviso al personal de la Alcaldía de Medellín y llamar al 123 en caso de situaciones anómalas, inseguras o sospechosas.
En algunos sectores se acostumbran los llamados “paseos de olla”, pícnics o caminatas por las reservas naturales y los cerros tutelares. Por esto, es necesario atender las sugerencias para evitar que se registren incendios forestales, especialmente porque nueve de cada diez conflagraciones de cobertura vegetal en el país son causadas por seres humanos y solo una corresponde a fenómenos naturales.
Las altas temperaturas que se registran en Medellín y los municipios del Valle de Aburrá y que generan un mayor riesgo de los incendios de cobertura vegetal están asociadas al fenómeno de “El Niño”, que es un evento climático que se genera cada cierto número de años por el calentamiento del océano Pacífico con efectos en la mayor parte del país y, de manera notable, en el norte de la región Pacífica, los departamentos de la región Andina y en los de la región Caribe.
Los ecosistemas estratégicos preferidos por visitantes y habitantes del Distrito para las caminatas y actividades en espacios naturales son los cerros tutelares El Volador, La Asomadera, Nutibara, Picacho, Pan de Azúcar, Tres Cruces y Santo Domingo, así como la Reserva Forestal Protectora Regional Alto de San Miguel.