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Opinión | ¿Qué sabe usted de la nueva “cárcel” para San Cristóbal?

Por: Davier Montes Mármol. – Profesional en Planeación y Desarrollo Social y Coordinador del Semillero Juvenil de Turismo y Paz. davier.trekking@gmail.com

El origen del proyecto “Centro de Detención Preventiva para Sindicados”, subyace de la Sentencia 14283 de 2019, determinando que los municipios del Área Metropolitana están en la obligación de subsanar el hacinamiento en los centros transitorios de reclusión. En este sentido, La Alcaldía de Medellín, al evaluar las condiciones más viables para el Megaproyecto, concluye que el corregimiento San Cristóbal cumple con algunas condiciones que optimizarían su ejecución, como por ejemplo: los predios aptos y disponibles para este tipo de infraestructura.

Sin embargo, también se debe contar con la comunidad y este es el trabajo que la actual administración ha venido adelantando. Luego de los acercamientos con la Junta Administradora Local, el pasado 13 de julio de 2021 se iniciaron las Mesas de socialización con el Nodo de la centralidad, realizadas también en algunas veredas, para luego, continuar con las Mesas de Afectación, seguidas por las Mesas de Concertación en cada Nodo. Cabe aclarar que las Mesas son espacios libres para todo público y son reuniones en donde se tocan temas puntuales sobre el Megaproyecto, el cual se estima que tenga capacidad para 2.280 reclusos con una inversión aproximada de $137.000 millones, sin aún tener una fecha definida para su iniciación (Agencia de Alianzas Público Privadas (APP).

Por el momento, lo más apremiante para la comunidad es que comprenda dos aspectos importantes: Primero, lo que posiblemente venga para San Cristóbal no es una cárcel, ni una penitenciaría, en otras palabras, es como una gran URI, donde se recluiría personas a la espera del dictamen del Juez, ya sea, para ser trasladadas a una cárcel, o para ser dejadas en libertad; y segundo, participar de los espacios de socialización es una oportunidad para el conocimiento y el diálogo sobre el proyecto, y de esta manera, concertar lo mejor para el territorio. 

Por otro lado, la desconfianza que gira alrededor del proyecto no se hace esperar, pues líderes del corregimiento no desean revivir las experiencias de hace 10 años con la cárcel El Pedregal, donde las promesas de grandes compensaciones sociales para el territorio, fueron meras ilusiones arrebatadas por el incumplimiento por parte de los entes gubernamentales involucrados en el mismo.

Es un poco atrevida la comparación, pero recordemos que antaño San Cristóbal era conocida como El Reposadero. Un lugar donde descansaban los Arrieros, comerciantes y caminantes, alimentaban a las “bestias” y continuaban su camino. En este caso, el Centro de detección preventiva, hará las veces de “Reposadero” para esperar el camino que la vida le depara a los no sindicados. Pero también, el camino para nuestro corregimiento, un territorio sin rumbo fijo, pero con muchos caminos: el de la ruralidad, el camino de la expansión urbana, el exquisito camino que soluciona las problemáticas de país por su estratégica georreferencia, entre otros. Mientras tanto hagamos del corregimiento un buen vividero con nuestra participación política y solidaria hacia la sociedad, la cual enferma con la indiferencia y crítica que construye muros y no caminos.

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