Por: Ancizar Valencia.
San Cristóbal es el corregimiento en el que habita la mujer que es dueña del mundo, ojo, del mundo y no de Medellín, porque Medellín (Ese caos convertido en ciudad) no es de nadie. La historia de Rosa María es la historia de los habitantes del corregimiento que se levantan todos los días a ganarse la vida y que se acuestan con la certeza de que mañana habrá que levantarse otra vez “a seguir bregando” porque todavía quedan caminos por andar, porque no se construye una historia en un solo día, porque todavía quedan cuentos por contar y no se puede dar el brazo a torcer ni aunque el cansancio respire en el cuello… ya habrá tiempo de descansar cuando la muerte nos reclame.
Por cada tinto que uno se toma con Rosa se gana una historia nueva, ella estuvo ahí para ver a San Cristóbal crecer y enseñarle a gatear y sigue aquí para mostrarnos a nosotros que sí es real que el mundo está hecho de historias.
Como homenaje a Rosa María un grupo de jóvenes decidió hacer un documental contando un poquito de eso que es ella, contando un poquito de una de las miles de historias que habitan la comuna 60, ese territorio lleno de magia, cebollas y flores que se alza en el occidente de Medellín para gusto y deleite de las almas que lo recorremos cada día. Ese grupo de jóvenes se trajo para el corregimiento uno de los galardones que ofrecía SmartFilms Colombia en una apuesta por el cine hecho con celulares en la ciudad de Medellín.
Es imposible no agradecerle a Rosa María por las enseñanzas y la paciencia que le tuvo a ese grupo de muchachos tan preguntones. También es imposible no decir por enésima vez que este es un territorio lleno de talento y que, a veces, casi siempre, vale muchísimo la pena creer en esa gente le apuesta al arte en el territorio.
Gracias a Rosa, gracias a SmartFilms Colombia, gracias a la Alcaldía de Medellín, gracias a Daniel, Wilder, Brittany y None por haberlo hecho real, gracias al que lea y gracias a La Bruja Tara que nos está enseñando a hacer cine con las uñas.