55 años educando a San Cristóbal (Parte 2)

La pandemia ha traído sus propias transformaciones y desafíos para la Institución
Educativa San Cristóbal, la virtualidad es la más contundente. El coordinador Diego
Londoño, licenciado en Educación Física, explica brevemente cómo manejaron la
situación: «Organizamos horarios con clases virtuales, un número de clases
determinadas para cada grupo en toda la semana, entonces los estudiantes tenían
clases virtuales todos los días. Esa fue una de las ventajas. porque los muchachos
debían estar en conexión con nosotros todos los días, no había un día que no
tuvieran clase».

El rector José Charles Vélez siente que se adaptaron muy bien a la pandemia con
las clases virtuales y dejaron como última opción la entrega de talleres para quienes
no pudieran conectarse. Igualmente, reconoce de forma enfática el trabajo y la
buena disposición de los tres coordinadores y del profesorado, el cual se compone
de 64 docentes.

Sala de computación, clase de Tecnología. Fotografía por Brahian Sánchez.

El año pasado notaron que más o menos el 65 % o 70 % de los estudiantes tenía
conexión, a juicio de Londoño tal vez no era la más óptima, pero al menos tenían cómo conectarse. Con lo anterior, uno de los problemas más grandes ha sido la
conexión de la red y todo un reto evitar la deserción.

Del otro lado, Brahian Sánchez, estudiante de décimo grado, recuerda que con la
virtualidad era difícil comprender ciertos temas, concentrarse y era común
estresarse o tener ansiedad por solo interactuar por pantallas, aunque aprendieron a utilizar otras herramientas; así mismo, menciona que muchos de sus compañeros
dicen que nunca se adaptaron y que hubo muchas dificultades de conexión.

Ahora con la alternancia toda la comunidad educativa debe adaptarse a una nueva
logística, el coordinador explicó que primero hicieron una encuesta para saber
quiénes estaban dispuestos a asistir al colegio, el resultado fue alrededor de un 80
%, en el otro 20 % se encontraron dificultades para asistir o comorbilidades en el
núcleo familiar.

Se espera que pronto pueda darse una presencialidad del 100 %. Desde el
Ministerio de Educación se está tratando de promover la asistencia, cambiando el
mercado mensual al estudiante por una ración industrializada diaria.

Pasillos de la institución. Señaléticas de las medidas de bioseguridad exigidas. Fotografía tomada por Brahian Sánchez.

Con la alternancia se ha tenido que reducir el número de estudiantes por grupo y la
duración de la jornada académica. De todas formas, hay grupos que asisten cuatro
días a la semana y los de décimo y once hasta cinco, para fortalecer la preparación
para las Pruebas de Estado y de admisión a universidades.

Para el profesor Carlos Tulio Franco regresar ha sido muy extraño, pero acepta que
con los grupos reducidos existe la posibilidad de entablar un contacto más directo
con cada uno de los estudiantes, lo que puede beneficiar la relación entre los
actores educativos.

Mientras que la maestra Norma Carvajal dice que regresar ha sido maravilloso y
gracioso, porque el alumnado se comporta de forma tímida como si todavía
estuvieran comenzando las clases en enero, «como apenas conociéndose y
conociéndome, porque una cosa es que les esté dando clase por una pantalla y otra
que les esté dando clase acá y que los esté mirando, preguntando, haciendo reír».

Norma Carvajal lleva once años dando clase en la Institución Educativa San
Cristóbal y su motivación para ser docente nació con la literatura, lo que la llevó a
descubrir una pasión por la educación, por transmitirle a los jóvenes ese amor por la
lectura. Con la voz dulce y los ojos brillantes recuerda una de sus anécdotas más
valiosas en la institución.

«Cuando yo llegué el primer año tenía a una estudiante que era muy callada y yo
traté mucho de hablar con ella, una vez me dijo: “Profe, yo soy muy pobre y yo no
creo que sea capaz de terminar bachillerato porque mi mamá está hospitalizada y
seguramente me va a tocar salirme y educar a mis hermanitas”. Yo le pregunté que
qué le gustaba hacer en la vida y ella me decía que nada.

Empecé a trabajar con ella, a hablarle mucho, a tratar de que le buscara la alegría a la vida y de que le encontrara soluciones a las cosas y siempre le dije que la
solución era el estudio. Fue mi estudiante en séptimo y lo perdió, le tocó repetir otra
vez conmigo y seguimos una relación muy bonita.

Cuando estaba finalizando el año se le murió la mamá y ella se cambió de
institución y no volví a saber más de ella, hasta el año pasado. Me la encontré en el
centro en una obra de teatro (…), conversamos, ella me contó que estaba
estudiando Licenciatura en Lengua Castellana y me dijo: “No, profe, usted me
inspiró, usted me ayudó a mí a tener un proyecto de vida y yo quiero hacer eso,
transformar vidas, enseñarle a los estudiantes, ayudarles a buscar su proyección, yo quiero hacer lo que usted hace”. Fue muy bonito ese momento».

Los colegios están llenos de historias y experiencias parecidas, en el liceo hubo, hay
y habrán por montones. La educación es bella, no solo por la parte académica y de
aprendizaje, sino también por las relaciones que se forjan entre la comunidad
educativa.

Estudiantes de décimo y once esperando su hora de clase. Fotografía por Brahian Sánchez.

Por la Institución Educativa San Cristóbal han pasado muchísimas personas que
han dejado huella, solo algunos nombres que se mencionaron como: María Edilia
Osorio, profesora de Educación Artística y Cultural, quien estuvo durante 32 años en
la institución. Darío Ramírez, profesor de Ciencias Sociales; Héctor Zea, de
Educación Religiosa; Luz Mirian Naranjo, docente de primaria.

Incluso, recuerdan a don Ángel, o Papito como le decían, el señor que recogía el
reciclaje y murió hace cuatro años, los jóvenes lo saludaban y abrazaban con cariño
y era apreciado por la población estudiantil. Entre otros, apareció el nombre de Juan
Eugenio Maya, quien realizó una carrera política y actualmente tiene el cargo de
contralor provincial.

Entre los estudiantes también se nombran otros docentes, resaltan su interacción
con los estudiantes, algunos como Luisa Londoño, profesora de Educación Física;
Cristian Zuluaga, de Ciencias Políticas, y en general, a toda la comunidad, pues
hacen parte de un proceso importante en el aprendizaje académico y de vida de los
mismos alumnos.

A pesar de la mejora que se ha evidenciado en el liceo en los últimos años en
diversos aspectos, todavía quedan cosas por hacer. El rector Vélez recalca que no
se ha podido habilitar la entrada y salida de la institución por donde debería ser de
acuerdo con la arquitectura de la edificación, debido a que los terrenos contiguos no
se han comprado, aunque los dueños, la familia Maya, están dispuestos.

Esta es la entrada/salida deshabilitada que nombra el rector José Charles Vélez. Fotografía tomada de la página web de la institución. https://www.iesancristobal.edu.co/

Se ha insistido en el tema en múltiples ocasiones, se ha hablado con la Junta
Administrativa Local, se han recogido firmas y cada vez que los visita algún político
realizan la debida gestión.

Igualmente, hay otros asuntos de cuidado, Magda Zapata dice que es urgente
ponerle atención a las humedades y a largo plazo continuar dotando a la institución
de equipos tecnológicos y una mejor conexión a Internet, sobre todo para quienes
estudian una media técnica.

A su vez, el alumnado desde su perspectiva menciona que sería importante darle
más énfasis a valores como la responsabilidad, el respeto y el compañerismo.

La representante de los estudiantes, Juliana Medrano, precisa que se debe reforzar
el acompañamiento psicológico y que urge un cambio en el manual de convivencia,
este último es una de las quejas más comunes del estudiantado, pues sienten que
vulnera su derecho al libre desarrollo de la personalidad.

Y si bien se ha mencionado el buen comportamiento de los estudiantes, todavía
queda subir el nivel académico. La profesora de la media técnica, Valentina Vélez
Suárez, expresa que es necesario promover más la investigación en los estudiantes
para elevar el rendimiento académico, lo que daría un plus a los jóvenes cuando se
presenten a las universidades.

Mientras que el profesor Carlos Franco hizo hincapié en retomar los encuentros
culturales que antes se llevaban a cabo, como el baile, la orquesta y los ensayos
que se dejaron de lado por la pandemia.

Apenas se están reanudando labores presenciales desde que en marzo del año
pasado se decretó el confinamiento y, como dice la profesora Norma, todavía los
jóvenes están algo tímidos, como si fueran los primeros días de clase en enero;
además, van la mitad de los que usualmente eran.

La idea es que poco a poco la asistencia y la duración de las jornadas pueda
aumentar para que próximamente se regrese a las dinámicas propias de la vitalidad
y alegría de un colegio.

Agradecimientos a los directivos del colegio y a los estudiantes por la buena disposición para atendernos. ¿Conoces algún lugar que haya perdurado en el tiempo y se destaque en el corregimiento? Mencionalo en los comentarios o etiquétanos usando el hashtag # EnLaMemoriaDeSancris

Reportería: Maria Daniela Gamba, Juan David Oquendo, Brahian Sánchez Vélez y
Daniela Uribe Naranjo.
Redacción: Daniela Uribe Naranjo.

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