Gracias a una denuncia ciudadana, dos monos cariblancos juveniles fueron rescatados por el Área Metropolitana, fueron encontrados amarrados con cadenas en una terraza de Medellín, estos pequeños sufrían el impacto del cautiverio: presentan una mala nutrición, heridas y signos profundos de estrés.
Uno de ellos tiene tres dientes fracturados, con los nervios expuestos. El más pequeño, un macho, ha perdido el comportamiento típico de su especie. Su miedo es tan intenso que se refugia en la hembra, buscando esconderse del terror. Las huellas del maltrato eran visibles en sus cuerpos, marcados por los arneses que los ataban.
Ahora comienza su camino hacia la recuperación, están en el Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación (CAVR) de fauna silvestre bajo seguimiento médico y nutricional, y recibirán el cuidado especializado que necesitan y la esperanza es devolverlos a su hábitat natural, donde nunca debieron haber salido
No seamos parte de esta cadena de dolor. El tráfico ilegal de fauna silvestre destruye vidas y ecosistemas. Denuncia, protege y ayúdanos a cuidar el tesoro invaluable que tenemos: nuestra biodiversidad.